«Cuida de él. Buenos samaritanos en el camino»
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El día 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, celebramos el Día del Papa y la colecta llamada desde los primeros siglos Óbolo de San Pedro. Por eso el domingo más cercano estamos invitados, de manera especial, a meditar en el ministerio del sucesor de Pedro, el Papa Francisco, a orar por él y a contribuir con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de caridad.
Para más información: Óbolo de San Pedro
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos un domingo más a la celebración de la Eucaristía.
A veces, en nuestra vida tenemos dificultades y problemas: una pelea, una enfermedad, la muerte de alguien a quien queremos mucho… Si en esas situaciones, confiamos en Jesús, nos dará paz, tranquilidad y calma…
Infórmate AQUÍ sobre la Campaña «Me apunto a religión»
Muchos padres ya estáis matriculando a vuestros hijos en los colegios o institutos para el próximo curso académico. Como bien sabéis, al realizar la matrícula, los padres católicos debéis pedir explícitamente la clase de religión y moral católica a fin de que vuestros hijos sean educados de acuerdo con vuestras convicciones y creencias.
El ejercicio de este derecho, que está garantizado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por la Constitución española, es una obligación moral porque forma parte de la educación religiosa que los padres cristianos tenéis que ofrecer a vuestros hijos. Esto quiere decir que quienes pretenden impedir la realización de este derecho están poniendo las bases para una sociedad totalitaria.
Por encima de partidismos políticos y más allá de las variadas ideologías culturales del momento, en una sociedad democrática, los legisladores tienen que poner los medios para garantizar la libertad de los padres en la educación de sus hijos de acuerdo con su conciencia y con sus convicciones religiosas, morales y culturales. Este derecho está claramente reconocido en todos los países verdaderamente democráticos…
Monición de entrada:
Bienvenidos todos a esta celebración de la Eucaristía. Hoy las lecturas nos invitan a sembrar semillas del Reino en este mundo en el que Dios nos ha puesto, semillas pequeñas que con la fuerza de Dios darán abundantes frutos…
¿Procuro reservar momentos para la visita al Santísimo para adorar, escuchar, permanecer y tratar al Señor o por el contrario me limito a una oración superficial, apresurada por las prisas por las muchas actividades, preocupaciones, pereza?
¿Después de recibir la Comunión, llevo a los demás la alegría del Señor?
En el Evangelio que hemos escuchado se narra la Última Cena, pero sorprendentemente la atención está más puesta en los preparativos que en la cena. Se repite varias veces el verbo «preparar». Los discípulos preguntan, por ejemplo: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?» (Mc 14,12). Jesús los envía a prepararla dándoles indicaciones precisas y ellos encuentran «una habitación grande, acondicionada y dispuesta» (v. 15). Los discípulos van a preparar, pero el Señor ya había preparado…
“Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40).
En este tiempo de pandemia, con la convicción de que el Señor camina con nosotros, celebramos la Solemnidad del Corpus Christi, el Día de la Caridad, en el que estamos haciendo de las dificultades del momento una gran oportunidad para tocar las llagas de Cristo y descubrir que, detrás de sus heridas, encontramos el dolor y sufrimiento de nuestros hermanos abriéndonos al misterio de Cristo crucificado y resucitado donde resplandece la gloria de Dios.
Dios no deja jamás de estar a nuestro lado cumpliendo su promesa: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mt 28, 20). Estos “tiempos recios”, donde se necesitan amigos fuertes de Dios, invitan a recuperar el sentido de nuestra vida sabiéndonos frágiles y necesitados de salvación. Una necesidad que se hace concreta en la vida de cada día, en la projimidad, en la cercanía, en la fraternidad y en la esperanza cristiana que brotan de la Eucaristía…