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Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Hoy la Iglesia repite, canta, grita: “¡Jesús ha resucitado!”. ¿Pero cómo? Pedro, Juan, las mujeres fueron al Sepulcro y estaba vacío, Él no estaba. Fueron con el corazón cerrado por la tristeza, la tristeza de una derrota: el Maestro, su Maestro, el que amaban tanto fue ejecutado, murió. Y de la muerte no se regresa. Esta es la derrota, este es el camino de la derrota, el camino hacia el sepulcro. Pero el ángel les dice: “No está aquí, ha resucitado”. Es el primer anuncio: “Ha resucitado”. Y después la confusión, el corazón cerrado, las apariciones. Pero los discípulos permanecieron encerrados todo el día en el Cenáculo, porque tenían miedo de que les ocurriera lo mismo que le sucedió a Jesús. Y la Iglesia no cesa de decir a nuestras derrotas, a nuestros corazones cerrados y temerosos: “Parad, el Señor ha resucitado”. Pero si el Señor ha resucitado, ¿cómo están sucediendo estas cosas? ¿Cómo suceden tantas desgracias, enfermedades, tráfico de personas, trata de personas, guerras, destrucciones, mutilaciones, venganzas, odio? ¿Pero dónde está el Señor? Ayer llamé a un chico con una enfermedad grave, un chico culto, un ingeniero y hablando, para dar un signo de fe, le dije: “No hay explicaciones para lo que te sucede. Mira a Jesús en la Cruz, Dios ha hecho eso con su Hijo, y no hay otra explicación”. Y él me respondió: “Sí, pero ha preguntado al Hijo y el Hijo ha dicho sí. A mí no se me ha preguntado si quería esto”.
  
Esto nos conmueve, a nadie se nos pregunta: “¿Pero estás contento con lo que sucede en el mundo? ¿Estás dispuesto a llevar adelante esta cruz?”. Y la cruz va adelante, y la fe en Jesús cae. Hoy la Iglesia sigue diciendo: “Párate, Jesús ha resucitado”. Y esta no es una fantasía, la Resurrección de Cristo no es una fiesta con muchas flores. Esto es bonito, pero no es esto, es más; es el misterio de la piedra descartada que termina siendo el fundamento de nuestra existencia. Cristo ha resucitado, esto significa. En esta cultura del descarte donde eso que no sirve toma el camino del usar y tirar, donde lo que no sirve es descartado, esa piedra —Jesús— es descartada y es fuente de vida. Y también nosotros, guijarros por el suelo, en esta tierra de dolor, de tragedias, con la fe en el Cristo Resucitado tenemos un sentido, en medio de tantas calamidades. El sentido de mirar más allá, el sentido de decir: “Mira no hay un muro; hay un horizonte, está la vida, la alegría, está la cruz con esta ambivalencia. Mira adelante, no te cierres. Tú guijarro, tienes un sentido en la vida porque eres un guijarro en esa piedra, esa piedra que la maldad del pecado ha descartado”. ¿Qué nos dice la Iglesia hoy ante tantas tragedias? Esto, sencillamente. La piedra descartada no resulta realmente descartada. Los guijarros que creen y se unen a esa piedra no son descartados, tienen un sentido y con este sentimiento la Iglesia repite desde lo profundo del corazón: “Cristo ha resucitado”. Pensemos un poco, que cada uno de nosotros piense, en los problemas cotidianos, en las enfermedades que hemos vivido o que alguno de nuestros familiares tiene; pensemos en las guerras, en las tragedias humanas y, simplemente, con voz humilde, sin flores, solos, ante de Dios, ante de nosotros decimos: “No sé cómo va esto, pero estoy seguro de que Cristo ha resucitado y yo he apostado por esto”. Hermanos y hermanas, esto es lo que he querido deciros. Volved a casa hoy, repitiendo en vuestro corazón: “Cristo ha resucitado”.
 
Santo Padre Francisco
Homilía Vigilia Pascual, 15 de abril de 2017
Fuente: vatican.va

En recuerdo de D. Emiliano – escrito por D. Jesús Ochayta

D. Emiliano se ha ido a VIVIR.


Después de 95 años de peregrinaje hacia el Padre, el sábado día 12 de Abril, tuvo su encuentro con el que tanto amó y al que sirvió siempre.


El Domingo de Ramos, mientras sonaban los ecos entre los cristianos, de las aclamaciones ‘de los niños de los hebreos’: «Bendito el que viene en nombre del Señor»;  en el Cielo escuchaba D. Emiliano, «Ven bendito de mi Padre a poseer el Reino que te tenía preparado». 

 

El Sr. Obispo D. Julián, en la homilía del funeral, hacía una reseña del camino sacerdotal recorrido por D. Emiliano y cómo en todos los destinos había dejado su testimonio y su trocito de vida. Nosotros hacemos memoria agradecida de su paso por S. Nicolás. Más de 40 años entregado a la parroquia. Damos gracias a Dios por este regalo.

 

La Iglesia, decía Benedicto XVI, no crece por proselitismo, crece por atracción, por testimonio, por el fermento que transforma, por la semillita de mostaza que crece y crece, por la semilla en tierra buena que da fruto. D. Emiliano no hacía ruido, pero estaba. Su testimonio era de humildad, de docilidad, de mansedumbre que invitaba, como recordaba Benedicto, a decir lo que se lee en el profeta Zacarías, ‘Queremos ir con vosotros porque hemos oído que Dios está con vosotros Zc. 8,23.

 

Dijo D. Julián en la homilía que D. Emiliano se ha caracterizado por ser un sacerdote humilde, entregado, servicial que pasó muchas horas atendiendo el sacramento de la reconciliación. Efectivamente, no buscó nunca ser considerado, figurar. No buscó los primeros puestos. Prudente siempre y siempre igual. Te encontrabas con Emiliano, siempre el mismo Emiliano. No importaba si estaba preocupado, o no se encontraba bien o que estuviera nervioso, alegre o dolorido, siempre el mismo Emiliano, sin cambios de humor, acogedor, sosegado, pacificador.

 

Vivía al pie de la letra las recomendaciones del Papa Francisco a los diáconos; el que sirve no es esclavo de la agenda que establece, sino que, dócil al corazón, está disponible a lo no programado: solícito para el hermano y abierto a lo imprevisto, que nunca falta y a menudo es la sorpresa cotidiana de Dios. El que sirve sabe abrir las puertas de su tiempo y de sus espacios a los que están cerca y a los que llaman fuera de horario, a costa de interrumpir algo que le gusta o el descanso que merece. Las Conferencias de S. Vicente lo saben bien. Aprendió perfectamente lo que dijo el Papa Francisco: «el amor Cristiano, nace del amor genuino que se siente por el Salvador. Dios cuida de nosotros, pero a través de otras personas.

 

La atención a la Adoración Nocturna de hombres durante muchísimos años le ayudó a entender lo que dice San Juan sobre el amor a Dios y el amor a los hermanos. No existen el uno sin el otro.

 

El confesionario lo conocíamos entre nosotros, como su ‘cuarto de estar’. Cuántas veces, al necesitar algún documento pontificio u otro libro o la Biblia, para consultar alguna cita, preguntaba a D. Emiliano si lo tendría en el ‘cuarto de estar,’ que respondía sonriente: Sí, creo que sí. En su «cuarto de estar» acogía, perdonaba, rezaba, leía… y (daba alguna cabezadilla cuando estaba muy cansado). Pero siempre esperando al que buscaba el perdón.

 

Su fidelidad era proverbial y su constancia. Abrir la iglesia a su hora, con frío o con calor, atento a las tradiciones parroquiales, novenas, triduos, exponer a la veneración de los devotos en su día, las imágenes. Santa Águeda, Santa Lucía, San Blas… No fallaba.

 

“Esto nos jubila”, decía cuando realizábamos alguna reparación en algo deteriorado y dudábamos del resultado. Bien conocía lo breve de nuestro paso por la vida. 

 

Su sencillez le hacía disfrutar como un niño de las celebraciones parroquiales. El día de la parroquia en el campo, en torno a alguna ermita famosa de la provincia, era una de ellas. Sabedores de su escaso entusiasmo por las ensaladas, le insistíamos en que comiera, esperando su conocida respuesta: ‘de lo que come el grillo, poquillo’.

 

Por muchas cosas tenemos que dar gracias a D. Emiliano, y también a su familia que lo cuidó y de la que estaba orgulloso, se sentía querido y protegido. Y a la Casa Sacerdotal, donde pasó sus últimos años siempre bien atendido. Y a las personas de la parroquia que han estado cerca de él y le han acompañado siempre, pero más en estos días de enfermedad que necesitaba más atención. Y también a los que se han interesado por él y han rezado especialmente en estos últimos días de su vida.

 

Gracias a Dios «que le enseñó el sendero de la vida» y que ya «le ha saciado de gozo en su presencia y de alegría perpetua a su derecha». (Salmo 15)

 

Descanse en Paz.

     

    

     

     

      

Vigilia Pascual en la Noche Santa

21,00 h. Vigilia de la Pascua de Resurrección del Señor

En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro» (Mt 28,1). Podemos imaginar esos pasos…, el típico paso de quien va al cementerio, paso cansado de confusión, paso debilitado de quien no se convence de que todo haya terminado de esa forma… Podemos imaginar sus rostros pálidos… bañados por las lágrimas y la pregunta, ¿cómo puede ser que el Amor esté muerto?
 
A diferencia de los discípulos, ellas están ahí —como también acompañaron el último respiro de su Maestro en la cruz y luego a José de Arimatea a darle sepultura—; dos mujeres capaces de no evadirse, capaces de aguantar, de asumir la vida como se presenta y de resistir el sabor amargo de las injusticias. Y allí están, frente al sepulcro, entre el dolor y la incapacidad de resignarse, de aceptar que todo siempre tenga que terminar igual…

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Viernes Santo de la Pasión del Señor

¿Qué nos enseña para nuestra vida  la Cruz?
1. Una antigua tradición de la Iglesia de Roma cuenta que el apóstol Pedro, saliendo de la ciudad para huir de la persecución de Nerón, vio que Jesús caminaba en dirección contraria y enseguida le preguntó: “Señor, ¿adónde vas?”. La respuesta de Jesús fue: “Voy a Roma para ser crucificado de nuevo”.

En aquel momento, Pedro comprendió que tenía que seguir al Señor con valentía, hasta el final, pero entendió sobre todo que nunca estaba solo en el camino; con él estaba siempre aquel Jesús que lo había amado hasta morir en la Cruz..

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Jueves Santo de la Cena del Señor

El don de la Eucaristía

La Eucaristía se coloca en el corazón de la “iniciación cristiana”, junto al Bautismo y la Confirmación, y constituye la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este Sacramento del amor, de hecho, nace todo auténtico camino de fe, de comunión y de testimonio.

Lo que vemos cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, la misa, nos hace ya intuir lo que estamos por vivir. En el centro del espacio destinado a la celebración se encuentra el altar, que es una mesa, cubierta por un mantel, y esto nos hace pensar en un banquete. Sobre la mesa hay una cruz, que indica que sobre aquel altar se ofrece el sacrificio de Cristo: es Él el alimento espiritual que allí se recibe, bajo el signo del pan y del vino. Junto a la mesa está el ambón, es decir, el lugar desde el cual se proclama la Palabra de Dios: y esto indica que allí nos reunimos para escuchar al Señor que habla mediante las Sagradas Escrituras y, por lo tanto, el alimento que se recibe es también su Palabra.

Palabra y Pan en la Misa se hacen una misma cosa, como en la última Cena, cuando todas las palabras de Jesús, todos los signos que había hecho, se condensaron en el gesto de partir el pan y ofrecer el cáliz, anticipación del sacrificio de la cruz, y en aquellas palabras: “Tomen, coman, este es mi cuerpo…tomen, beban, esta es mi sangre”…

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Santo Triduo Pascual

 

El Jueves Santo. En la tarde, con la Santa Misa “en la Cena del Señor” iniciará el Triduo Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, que es el culmen de todo el año litúrgico y también el culmen de nuestra vida cristiana.

El Triduo se abre con la conmemoración de la Última Cena. Jesús, en la vigilia de su pasión, ofreció al Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las formas del pan y del vino y, donándolos como alimento a los apóstoles, les ordenó que perpetuaran la ofrenda en su memoria. El Evangelio de esta celebración, recordando el lavatorio de los pies, expresa el mismo significado de la Eucaristía bajo otra perspectiva. Jesús – como un siervo – lava los pies de Simón Pedro y de los otros once discípulos (cfr. Jn 13,4-5).

Con este gesto profético, Él expresa el sentido de su vida y de su pasión, como servicio a Dios y a los hermanos: “Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir” (Mc 10,45). 

Esto sucedió también en nuestro Bautismo, cuando la gracia de Dios nos ha lavado del pecado y nos hemos revestido de Cristo (cfr. Col 3,10). Esto sucede cada vez que realizamos el memorial del Señor en la Eucaristía: hacemos comunión con Cristo Siervo para obedecer a su mandamiento, aquel de amarnos como Él nos ha amado (cfr. Jn 13,34; 15,12). Si nos acercamos a la Santa Comunión sin estar sinceramente dispuestos a lavarnos los pies los unos a los otros, no reconocemos el Cuerpo del Señor. Es el servicio de Jesús donándose a sí mismo, totalmente… Leer más

Fallece D. Emiliano Navarro

Hoy sábado, día 12 de abril, ha fallecido a los 95 años de edad, D. Emiliano Navarro Navarro, sacerdote diocesano muy vinculado a nuestra parroquia San Nicolás el Real, en la que fue coadjutor durante 38 años, siguiendo como colaborador después de su jubilación.

Sus restos mortales se velan en la sala 3 del tanatorio Mémora de Guadalajara, en C/ Donante de Sangre, 7. El funeral, presidido por el obispo mons. Julián Ruiz Martorell, se celebrará mañana Domingo de Ramos, a las 16:30 h. en San Nicolás el Real. Será enterrado en el cementerio de su pueblo natal, Villar de Cobeta.

D. Emiliano era muy querido en San Nicolás y será recordado por generaciones de fieles de la parroquia por su bondad, humildad, cercanía y entrega. Todos admirábamos su dedicación incansable administrando el sacramento de la reconciliación, pasando gran parte de su tiempo en el confesionario, siempre acompañado del rosario y su lectura espiritual.

Nuestro más sentido pésame a su familia.

Pedimos de forma especial, una oración por su alma y su eterno descanso, para que nuestra Madre la Virgen le presente en los brazos del Padre en el Cielo.

Descanse en Paz.

Real Hermandad Nuestra Señora de la Soledad

Actos programados en Cuaresma y Semana Santa

   

6 de abril, domingo de Pasión:
– 11:30 h. Junta General de Hermanos en los salones de San Nicolás.

11 de abril, viernes de Dolores:
– 18:30 h. Viacrucis de la Hermandad con la imagen del Santísimo Cristo del Consuelo, en la iglesia de El Carmen.

13 de abril, domingo de Ramos:
– 11:15 h. solemne bendición de ramos y a continuación procesión de la entrada del Señor en Jerusalén, desde la plaza de Santo Domingo.
– 16:30 h. Ensayo Solidario desde la iglesia de San Francisco (el Fuerte) hasta la iglesia de San Nicolás el Real.

15 de abril, Martes Santo, en la iglesia de San Nicolás:
– 17:00 h. Taller con los jóvenes y a continuación “Oración a los pies de la Virgen”.
– 19:30 h. Misa por los difuntos de la Hermandad y posteriormente Jura de los nuevos hermanos y besamanos.

17 de abril, Jueves Santo, en la iglesia de San Nicolás:
– 11:30 h. “A los pies de la Virgen” Se mostrará el paso de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad, en su interior. Cómo se monta, cómo se carga.

18 de abril, Viernes Santo
– 11:30 h. Viacrucis y Sermón de la Soledad.
– 13:00 h. Encuentro con el Cristo del Amor y de la Paz, en la plaza de El Jardinillo.
– 19:45 h. Procesión del Silencio. Salida de la iglesia de San Nicolás para incorporarse al recorrido oficial de la procesión del Silencio y Santo Entierro.

Domingo de Ramos – Ciclo C

Domingo de Ramos: 11:15 h. solemne bendición de ramos y a continuación procesión de la entrada del Señor en Jerusalén, desde la plaza de Santo Domingo hasta la iglesia de San Francisco, donde será la misa. En este Domingo de Ramos leemos el relato de la Pasión de Lucas, como corresponde al año litúrgico En […]

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Domingo de Ramos -Ciclo C – Eucaristía de las familias

  Monición de entrada: Con la celebración de la Eucaristía en este Domingo de Ramos, iniciamos la Semana Santa. Hoy celebramos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros traemos nuestro ramo de olivo a la Iglesia para que […]

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Instituidos en el ministerio del lectorado dos catequistas de nuestra parroquia: Javier y Jesús

  El próximo domingo 23 de marzo, a las 18:30 horas, en el templo de Santa María Micaela, en Guadalajara, el obispo diocesano presidirá la eucaristía en la que serán instituidos en el ministerio del lectorado los primeros cinco candidatos al diaconado permanente que hay en la diócesis. Son los laicos Álvaro, Ángel, Javier, Jesús y Rafael. Javier y Jesús […]

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Semana Santa 2025 – horarios de cultos y actos en San Nicolás el Real y en El Carmen

Cultos en la parroquia de San Nicolás el Real

  Lunes Santo, 14 de abril:
– 19:30 h. Santa Misa.

– 21.00 h. Procesión con la imagen de María Santísima de la Misericordia.

 Martes Santo,15 de abril: –
– 19:30 h. Misa por los difuntos de la Hermandad Nuestra Señora de la Soledad. Posterior besamanos y jura de nuevos hermanos.

Jueves Santo,17 de abril:
– 11:30 h. “A los pies de la Virgen” Se mostrará el paso de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad, en su interior. Cómo se monta, cómo se carga.

– 17:30 h. Misa de la Cena del Señor.

– 19:30 h. Procesión de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno con su Imagen titular y la imagen de María Santísima de la Misericordia.

– 23:00 h. Hora Santa.

Viernes Santo, 18 de abril:
– 11:30 h. Vía Crucis y Sermón de la Soledad.

– 13:00 h. Encuentro de Nuestra Señora, la Virgen de la Soledad con el Santísimo Cristo del Amor y de la Paz (en la plaza del Jardinillo.

– 17:30 h. Acción Litúrgica de la Pasión del Señor.

– 19:45 h. Procesión de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad con su imagen titular, desde la iglesia de San Nicolás para unirse a las 20:45 h. a la procesión del Silencio.

Sábado Santo, 19 de abril:
– 21:00 h. Vigilia de la Pascua de Resurrección del Señor.

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Cultos en el Carmen

Jueves Santo, 1 de abril:
– 18:00 h. Misa de la Cena del Señor.

Viernes Santo, 2 de abril:
– 11:30 h. Vía Crucis

– 18:00 h. Acción Litúrgica de la Pasión del Señor.

Sábado Santo, 19 de abril:
– 21:00 h. Vigilia de la Pascua de Resurrección del Señor.

Aquí puedes consultar el programa-de-semana-santa-2025 con horarios de cultos en otras parroquias y  procesiones