El tiempo de Cuaresma es un periodo del calendario litúrgico que comienza el Miércoles de Ceniza a las 12:00 y finaliza el Jueves Santo sobre las 15:00 (la hora nona) con la misa vespertina.
«La Cuaresma es el conjunto de cuarenta días simbólicos de retiro cristiano como preparación pascual. Responde al misterio de la estancia de Jesús en el desierto para verificar su vocación mesiánica. Es para toda la Iglesia tiempo intenso de preparación de catecúmenos que desean ser bautizados en Pascua, de arrepentimiento de penitentes que piden ser perdonados de sus faltas y de retiro de fíeles para profundizar su vida evangélica y comunitaria mediante una adecuada catequesis».
«El itinerario cuaresmal es un tiempo particularmente apto para despertar en nosotros el sentido de la vida cristiana concebida «como una peregrinación hacia la casa del Padre, del cual se descubre cada día su amor incondicionado por toda criatura humana y, en particular, por el hijo pródigo» (TMA 49).
Para entrar en la casa del Padre hay que franquear un umbral, símbolo del paso desde el mundo herido por el pecado al mundo de la vida nueva al que todos los hombres son llamados. He aquí por qué la Cuaresma se inicia con la imposición de las cenizas y la invitación «convertíos, y creed en el evangelio» (Me 1, 15). Con estas palabras, Jesús comenzó su misión en la tierra para reconciliar a los hombres con el Padre.
UN PROGRAMA CLÁSICO Y ACTUAL
Clásicamente, las «prácticas cuaresmales» se han formulado según el triple programa que nos ofrece Jesús en el evangelio: la limosna, la oración y el ayuno. Es un programa que puede parecer anticuado, pero que siempre nos resulta concreto y actual…