Santa Misa en honor a la Virgen del Pilar

El próximo 12 de octubre, fiesta del Pilar, se celebrarán en nuestra parroquia:

Misas a las 12,00 h. y a las 19,30 h. 

Este día la imagen de la Virgen estrenará un manto de terciopelo azul y bordado en oro, donado anónimamente por un devoto.

Misa del Envío de catequistas – domingo, 6 de octubre

Como cada año, hoy domingo, hemos iniciado el nuevo curso de catequesis en nuestra parroquia, con el envío de catequistas en la Eucaristía de 12,00 h.

La misa de envío es un acto solemne, en el que se reafirma el compromiso de los catequistas con la misión de evangelizar y enseñar la fe cristiana a los niños y jóvenes, en colaboración con los párrocos y las familias.

Comenzaremos el próximo viernes 11 de octubre, a las 17,30 h.
y reanudaremos la Misa de Familias el próximo domingo 13 de octubre, a las 13,00 h.

¡¡Os esperamos con alegría por el reencuentro con los que ya estabais en pasados cursos, y con mucha ilusión por acoger a los que acudís por primera vez!!

Nuevo curso de catequesis 2024-2025- Inscripciones

Entrega la ficha de inscripción para el nuevo curso de catequesis 2024-2025 (junto al documento de consentimiento de datos de carácter personal que figura al final de la ficha) lo antes posible, a los párrocos, después de las misas de 12:00h. o de 19:30h.

FICHA INSCRIPCIÓN CATEQUESIS COMUNIÓN
Para recibir la Primera Comunión es necesario completar tres cursos de catequesis.
La catequesis se comienza en la edad correspondiente a cursar 1º de Primaria.

FICHA INSCRIPCIÓN CATEQUESIS CONFIRMACIÓN
El curso preparatorio para la catequesis de Confirmación es 4º de primaria.
Para recibir el sacramento de Confirmación es necesario completar tres cursos de catequesis.

Y si ya has recibido la Primera Comunión, además de venir a catequesis, puedes colaborar como monaguillo.

Eucaristía de las Familias- Domingo 28 del Tiempo Ordinario – Ciclo B

 
Monición de entrada: Queridas familias, de nuevo nos encontramos para celebrar la Eucaristía. Como los apóstoles se reunían, domingo tras domingo, para celebrar la presencia del Resucitado, también los cristianos nos seguimos reuniendo desde hace más de dos mil años, y Jesús nos asegura su presencia entre nosotros. Nos ha estado esperando toda la semana y aquí estamos. Vamos a participar en la Misa con mucha atención…

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28 domingo del Tiempo Ordinario B

 

El Evangelio de hoy, tomado del capítulo 10 de san Marcos, se articula en tres escenas, marcadas por tres miradas de Jesús.

 La primera escena presenta el encuentro entre el Maestro y un hombre que —según el pasaje paralelo de san Mateo— es identificado como «joven». El encuentro de Jesús con un joven. Él corre hacia Jesús, se arrodilla y lo llama «Maestro bueno». Luego le pregunta: «¿qué haré para heredar la vida eterna?», es decir, la felicidad (v. 17). «Vida eterna» no es sólo la vida del más allá, sino que es la vida plena, realizada, sin límites. ¿Qué debemos hacer para alcanzarla? La respuesta de Jesús resume los mandamientos que se refieren al amor al prójimo. A este respecto, ese joven no tiene nada que reprocharse; pero evidentemente la observancia de los preceptos no le basta, no satisface su deseo de plenitud. Y Jesús intuye este deseo que el joven lleva en su corazón; por eso su respuesta se traduce en una mirada intensa, llena de ternura y cariño. Así dice el Evangelio: «Jesús se lo quedó mirando, lo amó» (v. 21). Se dio cuenta de que era un buen joven. Pero Jesús comprende también cuál es el punto débil de su interlocutor y le hace una propuesta concreta: dar todos sus bienes a los pobres y seguirlo. Pero ese joven tiene el corazón dividido entre dos dueños: Dios y el dinero, y se va triste. Esto demuestra que no pueden convivir la fe y el apego a las riquezas. Así, al final, el empuje inicial del joven se desvanece en la infelicidad de un seguimiento naufragado.
 En la segunda escena, el evangelista enfoca los ojos de Jesús y esta vez se trata de una mirada pensativa, de advertencia: «Mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas”» (v. 23). Ante el estupor de los discípulos, que se preguntan: «Entonces, ¿quién puede salvarse?» (v. 26), Jesús responde con una mirada de aliento —es la tercera mirada— y dice: la salvación, sí, es «imposible para los hombres, no para Dios» (v. 27). Si nos encomendamos al Señor, podemos superar todos los obstáculos que nos impiden seguirlo en el camino de la fe. Encomendarse al Señor. Él nos dará la fuerza, Él nos da la salvación, Él nos acompaña en el camino.
 
Y así hemos llegado a la tercera escena, la de la solemne declaración de Jesús: En verdad os digo que quien deja todo para seguirme tendrá la vida eterna en el futuro y cien veces más ya en el presente (cf. vv. 29-30). Este «cien veces más» está hecho de las cosas primero poseídas y luego dejadas, pero que se reencuentran multiplicadas hasta el infinito. Nos privamos de los bienes y recibimos en cambio el gozo del verdadero bien; nos liberamos de la esclavitud de las cosas y ganamos la libertad del servicio por amor; renunciamos a poseer y conseguimos la alegría de dar. Lo que Jesús decía: «Hay más dicha en dar que en recibir» (cf. Hch 20, 35).
 
El joven no se dejó conquistar por la mirada de amor de Jesús, y así no pudo cambiar. Sólo acogiendo con humilde gratitud el amor del Señor nos liberamos de la seducción de los ídolos y de la ceguera de nuestras ilusiones. El dinero, el placer, el éxito deslumbran, pero luego desilusionan: prometen vida, pero causan muerte. El Señor nos pide el desapego de estas falsas riquezas para entrar en la vida verdadera, la vida plena, auténtica y luminosa. Y yo os pregunto a vosotros, jóvenes, chicos y chicas, que estáis ahora en la plaza: «¿Habéis sentido la mirada de Jesús sobre vosotros? ¿Qué le queréis responder? ¿Preferís dejar esta plaza con la alegría que nos da Jesús o con la tristeza en el corazón que nos ofrece la mundanidad?».
 
Que la Virgen María nos ayude a abrir nuestro corazón al amor de Jesús, a la mirada de Jesús, el único que puede colmar nuestra sed de felicidad.

Santo Padre Francisco
Ángelus, 11 de octubre de 2015
Fuente: vatican

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¿Qué prioridades tengo en mi vida?

¿Eres como el joven rico: cumplidor…pero incapaz de desprenderte de tantas cosas materiales que te atan y que te impiden ser totalmente del Señor?

¿Eres generoso con los que necesitan tu ayuda o te conformas con dar un poco de lo que te sobra en determinadas campañas para tranquilizar tu conciencia?

Renovación de párrocos en San Nicolás el Real

El Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis, D. Julián RUIZ MARTORELL, ha juzgado oportuno hacer los siguientes nombramientos:

Muy Ilustre. Sr. D. Juan José CALLEJA PLAZA

Párroco in solidum, por seis años, de “San Nicolás el Real” de Guadalajara.

Rvdo. D. Juan Antonio FERNÁNDEZ GARCÍA

Párroco in solidum, por seis años, de “San Nicolás el Real” de Guadalajara.

En Guadalajara, a 29 de julio de 2024.
Juan José Calleja Plaza
Canciller-Secretario

TODOS LOS NOMBRAMIENTOS EN ESTE ENLACE

Jueves Santo de la Cena del Señor

El don de la Eucaristía

La Eucaristía se coloca en el corazón de la “iniciación cristiana”, junto al Bautismo y la Confirmación, y constituye la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este Sacramento del amor, de hecho, nace todo auténtico camino de fe, de comunión y de testimonio.

Lo que vemos cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, la misa, nos hace ya intuir lo que estamos por vivir. En el centro del espacio destinado a la celebración se encuentra el altar, que es una mesa, cubierta por un mantel, y esto nos hace pensar en un banquete. Sobre la mesa hay una cruz, que indica que sobre aquel altar se ofrece el sacrificio de Cristo: es Él el alimento espiritual que allí se recibe, bajo el signo del pan y del vino. Junto a la mesa está el ambón, es decir, el lugar desde el cual se proclama la Palabra de Dios: y esto indica que allí nos reunimos para escuchar al Señor que habla mediante las Sagradas Escrituras y, por lo tanto, el alimento que se recibe es también su Palabra.

Palabra y Pan en la Misa se hacen una misma cosa, como en la última Cena, cuando todas las palabras de Jesús, todos los signos que había hecho, se condensaron en el gesto de partir el pan y ofrecer el cáliz, anticipación del sacrificio de la cruz, y en aquellas palabras: “Tomen, coman, este es mi cuerpo…tomen, beban, esta es mi sangre”…

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Tercer Domingo de Cuaresma – Ciclo B – Eucaristía de Familias

anagrama misa de las familias

Monición de entrada:
En estos domingos de Cuaresma hemos visto que Dios hace un pacto con el hombre. Dios es siempre fiel a ese pacto e invita al hombre a que también lo sea. Pero Dios es un Padre que quiere que encontremos fácilmente el buen camino y para eso nos pone unos carteles informativos que nos ayuden. Estos carteles son los mandamientos de la ley de Dios…Leer más