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Horario de misas domingos y festivos


A partir del domingo 23 de junio incluido y hasta que se reanude la catequesis,
NO se celebrará Misa a las 13:00 h.
Domingos y festivos
En el Carmen:  10,00 h.
En San Nicolás el Real: 12:00 h. – 19:30 h. – 21:00 h.

De lunes a sábado
En  El Carmen: 10:00 h
En San Nicolás el Real: 12:00 h. –  19:30 h. 


29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, Apóstoles

La lectura tomada de los Hechos de los Apóstoles nos habla de la primera comunidad cristiana acosada por la persecución. Una comunidad duramente perseguida por Herodes que «hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan» y «decidió detener a Pedro… Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel» (12,2-4).

Sin embargo, no quisiera detenerme en las atroces, inhumanas e inexplicables persecuciones, que desgraciadamente perduran todavía hoy en muchas partes del mundo, a menudo bajo la mirada y el silencio de todos. En cambio, hoy quisiera venerar la valentía de los Apóstoles y de la primera comunidad cristiana, la valentía para llevar adelante la obra de la evangelización, sin miedo a la muerte y al martirio, en el contexto social del imperio pagano; venerar su vida cristiana que para nosotros creyentes de hoy constituye una fuerte llamada a la oración, a la fe y al testimonio.

Una llamada a la oración. La comunidad era una Iglesia en oración: «Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él» (Hch 12,5). Y si pensamos en Roma, las catacumbas no eran lugares donde huir de las persecuciones sino, sobre todo, lugares de oración, donde santificar el domingo y elevar, desde el seno de la tierra, una adoración a Dios que no olvida nunca a sus hijos.

La comunidad de Pedro y de Pablo nos enseña que una Iglesia en oración es una iglesia en pie, sólida, en camino. Un cristiano que reza es un cristiano protegido, custodiado y sostenido, pero sobre todo no está solo.

Y sigue la primera lectura: «Estaba Pedro durmiendo… Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro… Las cadenas se le cayeron de las manos» (Hch 12,6-7).

¿Pensamos en cuántas veces ha escuchado el Señor nuestra oración enviándonos un Ángel? Ese Ángel que inesperadamente nos sale al encuentro para sacarnos de situaciones complicadas, para arrancarnos del poder de la muerte y del maligno, para indicarnos el camino cuando nos extraviamos, para volver a encender en nosotros la llama de la esperanza, para hacernos una caricia, para consolar nuestro corazón destrozado, para despertarnos del sueño existencial, o simplemente para decirnos: «No estás solo».

¡Cuántos ángeles pone el Señor en nuestro camino! Pero nosotros, por miedo, incredulidad o incluso por euforia, los dejamos fuera, como le sucedió a Pedro cuando llamó a la puerta de una casa y una sirvienta llamada Rosa, al reconocer su voz, se alegró tanto, que no le abrió la puerta (cf. Hch 12,13-14).

Ninguna comunidad cristiana puede ir adelante sin el apoyo de la oración perseverante, la oración que es el encuentro con Dios, con Dios que nunca falla, con Dios fiel a su palabra, con Dios que no abandona a sus hijos. Jesús se preguntaba: «Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?» (Lc 18,7). En la oración, el creyente expresa su fe, su confianza, y Dios expresa su cercanía, también mediante el don de los Ángeles, sus mensajeros.

Una llamada a la fe. En la segunda lectura, San Pablo escribe a Timoteo: «Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje… Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo» (2 Tm 4,17-18). Dios no saca a sus hijos del mundo o del mal, sino que les da fuerza para vencerlos. Solamente quien cree puede decir de verdad: «El Señor es mi pastor, nada me falta» (Sal 23,1)…

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13 Domingo de Tiempo Ordinario -B

“Señor, auméntanos la fe”

 El Evangelio de hoy presenta el relato de la resurrección de una niña de doce años, hija de uno de los jefes de la sinagoga, el cual se echa a los pies de Jesús y le ruega: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva» (Mc 5, 23). En esta oración vemos la preocupación de todo padre por la vida y por el bien de sus hijos. Pero percibimos también la gran fe que ese hombre tiene en Jesús. Y cuando llega la noticia de que la niña ha muerto, Jesús le dice: «No temas, basta que tengas fe» (v. 36). Dan ánimo estas palabras de Jesús, y también nos las dice a nosotros muchas veces: «No temas, basta que tengas fe». Al entrar en la casa, el Señor echa a la gente que llora y grita y dirigiéndose a la niña muerta dice: «Contigo hablo, niña, levántate» (v. 41). Inmediatamente la niña se levantó y echó a andar. Aquí se ve el poder absoluto de Jesús sobre la muerte, que para Él es como un sueño del cual nos puede despertar.

En el seno de este relato, el evangelista introduce otro episodio: la curación de una mujer que desde hacía doce años padecía flujos de sangre. A causa de esta enfermedad que, según la cultura del tiempo, la hacía «impura», ella debía evitar todo contacto humano: pobrecilla, estaba condenada a una muerte civil. Esta mujer anónima, en medio de la multitud que sigue a Jesús, se dice a sí misma: «Con sólo tocarle el manto curaré» (v. 28). Y así fue: la necesidad de ser liberada la impulsó a probar y la fe «arranca», por así decir, la curación al Señor . Quien cree «toca» a Jesús y toma de Él la gracia que salva. La fe es esto: tocar a Jesús y recibir de Él la gracia que salva. Nos salva, nos salva la vida espiritual, nos salva de tantos problemas. Jesús se da cuenta, y en medio de la gente, busca el rostro de aquella mujer. Ella se adelanta temblorosa y Él le dice: «Hija, tu fe te ha salvado» (v. 34). Es la voz del Padre celestial que habla en Jesús: «¡Hija, no estás condenada, no estás excluida, eres mi hija!». Y cada vez que Jesús se acerca a nosotros, cuando vamos hacia Él con fe, escuchamos esto del Padre: «Hijo, tú eres mi hijo, tú eres mi hija. Tú te has curado, tú estás curada. Yo perdono a todos, todo. Yo curo a todos y todo».

 

Estos dos episodios —una curación y una resurrección— tienen un único centro: la fe. El mensaje es claro, y se puede resumir en una pregunta: ¿creemos que Jesús nos puede curar y nos puede despertar de la muerte? Todo el Evangelio está escrito a la luz de esta fe: Jesús ha resucitado, ha vencido la muerte, y por su victoria también nosotros resucitaremos. Esta fe, que para los primeros cristianos era segura, puede empañarse y hacerse incierta, hasta el punto que algunos confunden resurrección con reencarnación. La Palabra de Dios de este domingo nos invita a vivir en la certeza de la resurrección: Jesús es el Señor, Jesús tiene poder sobre el mal y sobre la muerte, y quiere llevarnos a la casa del Padre, donde reina la vida. Y allí nos encontraremos todos, todos los que estamos aquí en la plaza hoy, nos encontraremos en la casa del Padre, en la vida que Jesús nos dará.

La Resurrección de Cristo actúa en la historia como principio de renovación y esperanza. Cualquier persona desesperada y cansada hasta la muerte, si confía en Jesús y en su amor puede volver a vivir. También recomenzar una nueva vida, cambiar de vida es un modo de resurgir, de resucitar. La fe es una fuerza de vida, da plenitud a nuestra humanidad; y quien cree en Cristo se debe reconocer porque promueve la vida en toda situación, para hacer experimentar a todos, especialmente a los más débiles, el amor de Dios que libera y salva.

 Pidamos al Señor, por intercesión de la Virgen María, el don de una fe fuerte y valiente, que nos empuje a ser difusores de esperanza y de vida entre nuestros hermanos.

Santo Padre Francisco

28 de junio de 2015
Fuente: vatican.va 

* * *

¿Cómo es tu fe? ¿crees que Jesús te puede curar y te puede despertar de la muerte? ¿Dedicas tiempo a hacer crecer tu fe  con la oración, con la escucha de la Palabra de Dios, con la contemplación, con el agradecimiento a Dios?
¿Tus obras dan testimonio de Aquel en quien crees ?

24 de junio, Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista

San Juan Bautista 2.

Cada año, en el filo de un cambio de actividades, celebramos la Natividad de San Juan Bautista. Juan es el amigo, Cristo es el Esposo. Juan es la voz, Cristo es la Palabra. Juan es la lámpara, Cristo es la luz. Juan es el precursor, Cristo es la Buena Noticia en persona. Juan es el mensajero, Cristo es el Mensaje. Juan anuncia la necesidad de allanar el camino, Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida. Juan bautiza con agua, Cristo bautiza con Espíritu Santo y fuego. Juan nace de una anciana estéril; Cristo, de una joven virgen. El futuro padre de Juan no cree el anuncio de su nacimiento y se queda mudo; la Virgen cree el mensaje del nacimiento de Cristo, lo concibe por la fe y su lengua proclama la grandeza del Señor.

Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el Antiguo y el Nuevo. Él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al visitar la Virgen María a su pariente Isabel,   Juan salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer; queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea.

San Lucas nos dice sobre Juan Bautista: “vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados” (Lc 3,2-3). El testimonio de san Mateo precisa: “Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura,  y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre” (Mt 3,4). Su figura manifestaba una constancia imperturbable: 

“acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán” (Mt 3,5). Se le acercaban atraídos por su fuerte y atractiva personalidad. La austeridad de su vida aumentaba inmensamente el peso de sus palabras. Su exhortación se concentraba en este mensaje: “Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos” (Mt 3,2).

Todos los cristianos participamos de los rasgos del Precursor. Su estilo de vida nos interpela. Su pobreza y su austeridad no nos dejan indiferentes. Sus palabras, directas y certeras, encuentran eco en nuestro interior porque calan hasta lo profundo de nuestro ser. Y, como San Juan, tenemos una gran misión que desarrollar: favorecer el encuentro con el Señor, propiciar que todas las personas se encuentren con el Salvador, ser testigos de un acontecimiento que cambia la vida…   Leer más

Corpus Christi 2024- Alfombras para el paso del Señor y Altar.

Un año más, desde la tarde del sábado y hasta la madrugada, los miembros de la Hermandad de Ntra. Señora de la Soledad y de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno han trabajado en la elaboración de alfombras y altar, con diversos símbolos eucarísticos,  para adornar el paso del Señor en la procesión del Corpus.

Alfombra Cofradía Ntro. Padre Jesús Nazareno

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Termina el curso de catequesis

El viernes, 17 de mayo, tuvimos la última catequesis de este curso. Todos los grupos compartieron oración para dar gracias a Dios por todo lo vivido: por lo que los niñ@s han avanzado en el camino de su iniciación cristiana; por las celebraciones especiales de estos últimos domingos en las que se ha entregado el Padrenuestro, el Credo, Primeras Comuniones; gracias por los momentos de  encuentro con Jesús en  las tardes de oratorio; gracias por nuestros párrocos y catequistas; gracias por los padres que se preocupan por la formación en la fe de sus hijos; gracias por los nuevos amigos…

Después, en un ambiente de alegría, los niños disfrutaron mucho con los juegos preparados por los catequistas en la plaza de El Jardinillo y como cada año, no faltaron “los nicolasillos”.

Seguimos encontrándonos todos los domingos en la Eucaristía de las familias, a las 13,00 h.

Jesús te espera !No faltes!  

 

 

 

Primeras Comuniones en nuestra parroquia

El pasado domingo 12 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, se ha vivido en nuestra parroquia como día de gracia, alegría y felicidad compartida con los diecisiete niños y niñas que han recibido la Primera Comunión

Los niños han  participado con atención en la oración, lecturas y cantos de la  celebración, acompañados de sus familiares, amigos y de sus catequistas Amparo, Soledad, Gloria y María, que han compartido con ellos tres años de formación en la iniciación cristiana.

Queridos Vera, Jorge, Pablo, Alex, Adriana, Carla, Sergio, Christopher, Martín, Emma, Eva,  Alba, Carla, Martina, Carlota, César y Jorge os animamos a seguir asistiendo a catequesis los próximos cursos para completar vuestra formación en la fe.

Que vuestra amistad con Jesús crezca cada día. Él es el Amigo que nunca falla y os espera cada domingo en la Eucaristía.                                                                   

 

    

     

     

    

  

                                                                                                                       

Solemnidad de Pentecostés – Ciclo B – Eucaristía de Familias

Monición de entrada: Hoy celebramos la Solemnidad de Pentecostés y termina el tiempo de Pascua. Jesús resucitado ha vuelto al Padre y cumple la promesa de enviar al Espíritu Santo. Abramos nuestro corazón al Espíritu Santo para que sepamos recordar y entender todo lo que Jesús nos ha enseñado y llevemos a todos su mensaje […]

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Primeras Comuniones en nuestra parroquia

El próximo domingo, 12 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, celebraremos las Primeras Comuniones  de 17 niñas y niños de la parroquia, que han completado durante tres años la catequesis de preparación.  Horario de Misas para este domingo La misa de Primeras Comuniones será a las 12,00 h.  13,30 h. – 19,30 h. y […]

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Entrega de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios

Hoy, quinto domingo de Cuaresma, la Eucaristía de las Familias ha sido muy especial porque en ella se  ha hecho entrega de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios, las señales que nos conducen a la FELICIDAD!! a los niños y niñas que se están preparando para recibir la Primera Comunión.  Durante este curso, […]

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Día del Seminario

«Padre, envíanos pastores»   En este enlace puedes encontrar materiales para la jornada La Iglesia celebra el 19 de marzo, solemnidad de San José, el Día del Seminario,  En las comunidades autónomas en las que no es festivo, se celebra el domingo más cercano. Este año, el 17 de marzo. El Día del Seminario conlleva colecta imperada, […]

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Cofradía Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno

Solemne Triduo en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno Días 27, 28 y 29 de febrero 19,00 h. Rosario, Triduo y Santa Misa. Primer Viernes, 1 de marzo  Misas solemnes a las 12,00 h. y a las 19, 30 h. Al finalizar la misa, besapiés. Jura de Reglas de los nuevos hermanos cofrades Viernes, 8 […]

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Admisión de monaguillos en nuestra parrroquia

Hoy domingo, 4 de febrero, nuestra comunidad parroquial se llena de alegría por la admisión de dos nuevos monaguillos: Saúl y Óscar, a los que se les ha hecho entrega de la cruz con cordón blanco y carné en el que se recogen los valores de un buen monaguillo. Así mismo, Álvaro, Pablo y Rodrigo […]

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12 Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B

En la Oración Colecta hemos rezado: «Dona a tu pueblo, oh Padre, vivir siempre en la veneración y en el amor a tu santo nombre, porque tú nunca privas de tu gracia a los que has establecido en la roca de tu amor». Y las lecturas que hemos escuchado nos muestran cómo es este amor […]

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11º Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B – Reflexión

¿ Qué puesto ocupa Dios  en mi  vida? ¿Me preocupa  el crecimiento y la vivencia de la fe? ¿Tengo esperanza en los frutos que puedan llegar a producir mis semillas, siendo posible que no llegue a verlos? ¿Comprendo que en las relaciones y tareas cotidianas, desde mi pequeñez y con humildad, puedo colaborar al Reino […]

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10 domingo -Tiempo Ordinario – B

El Evangelio de este domingo (Marcos 3: 20-35) nos muestra dos tipos de incomprensiones a los que Jesús tuvo que hacer frente: la de los escribas y la de sus mismos familiares. La primera incomprensión. Los escribas  eran hombres doctos en las Sagradas Escrituras y encargados ​​de explicarlas al pueblo. Algunos de ellos son enviados […]

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