¿Qué te mueve cuando haces algo por los demás: el aplauso, tranquilizar tu conciencia o por el contrario intentas dar-darte en las situaciones que se presentan cada día con sencillez y sin ruido ?
Archivos de la categoría: Lectio Divina
31 domingo del Tiempo Ordinario -B
Domingo 30 del Tiempo Ordinario – Ciclo B
29 Domingo del tiempo ordinario – Ciclo B
¿ Qué le pido yo al Señor?
¿ En qué quiero ser el primero y en qué quiero ser el último?
¿Llevo mis dificultades y problemas con esperanza, asumiendo que la cruz es el medio para alcanzar la Gloria de Dios?
¿Cómo sirvo yo a mis familiares, amigos, comunidad parroquial?
28 domingo del Tiempo Ordinario B
¿Qué prioridades tengo en mi vida?
¿Eres como el joven rico: cumplidor…pero incapaz de desprenderte de tantas cosas materiales que te atan y que te impiden ser totalmente del Señor?
¿Eres generoso con los que necesitan tu ayuda o te conformas con dar un poco de lo que te sobra en determinadas campañas para tranquilizar tu conciencia?
Domingo 27º Tiempo Ordinario. Ciclo B
26 Domingo del Tiempo Ordinario B
¿Soy capaz de reconocer el bien en los demás o suelo caer en la tentación de que sólo lo bueno están en mi grupo o en mi forma de vivir la fe?
¿ En qué grupo del Evangelio me encuentro: en el de los pequeños, el de los débiles, el de los evangelizadores?
* * * * * *
El Evangelio de este domingo (cf. Marcos 9, 38-43.45.47-48) nos presenta uno de esos momentos particulares muy instructivos de la vida de Jesús con sus discípulos. Estos habían visto que un hombre, el cual no formaba parte del grupo de los seguidores de Jesús, expulsaba a los demonios en el nombre de Jesús, y por eso querían prohibírselo. Juan, con el entusiasmo acérrimo típico de los jóvenes, informa sobre el hecho al Maestro buscando su apoyo; pero Jesús, al contrario, responde: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros» (vv. 39-40)…Leer más
25 domingo del Tiempo Ordinario – B
¿En qué y por qué quieres ser el primero? ¿Qué es lo más primordial en tu corazón?
¿Tienes afán de superarte en tu vida cristiana? ¿Sirves a los demás o te sirves de los demás?
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24 domingo del Tiempo Ordinario – B
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
¿Un buen maestro? ¿Uno que te hace bien al corazón? ¿Uno que camina contigo en la vida, que te ayuda a ir adelante, a ser un poco bueno?
¿Quién es Jesús para mi? ¿Qué lugar ocupa en mi vida? ¿ Confieso con todas las consecuencias el nombre de Jesús o me da miedo el compromiso que implica?
¿Soy un cristiano de cultura del bienestar o soy un cristiano que acompaña al Señor hasta la cruz?
En el pasaje evangélico de hoy (cf. Marcos 8, 27-35) vuelve la pregunta que atraviesa todo el Evangelio de Marcos: ¿Quién es Jesús? Pero esta vez es Jesús mismo quien la hace a los discípulos, ayudándolos gradualmente a afrontar el interrogativo sobre su identidad. Antes de interpelarlos directamente, a los Doce, Jesús quiere escuchar de ellos qué piensa de Él la gente y sabe bien que los discípulos son muy sensibles a la popularidad del Maestro. Por eso, pregunta: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» (v. 27) De ahí emerge que Jesús es considerado por el pueblo como un gran profeta. Pero, en realidad, a Él no le interesan los sondeos de las habladurías de la gente. Tampoco acepta que sus discípulos respondan a sus preguntas con fórmulas prefabricadas, citando a personajes famosos de la Sagrada Escritura, porque una fe que se reduce a las fórmulas es una fe miope…
23 Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B
¿Eres consciente de que a veces “te haces el sordo” por no querer escuchar lo que el Señor te pide?
¿Hacia quiénes debo abrir mi vida?
¿ Le pides fortaleza y docilidad al Señor para estar atento a su voz y a la voz de los que me necesitan?
El Evangelio de este domingo (cf. Marcos 7, 31-37) se refiere al episodio de la sanación milagrosa de un sordomudo, realizada por Jesús. Le llevaron a un sordomudo, pidiéndole que le impusiera la mano. Él, sin embargo, realiza sobre él diferentes gestos: antes de todo lo apartó lejos de la multitud. En esta ocasión, como en otras, Jesús actúa siempre con discreción. No quiere impresionar a la gente, Él no busca popularidad o éxito, sino que desea solamente hacer el bien a las personas. Con esta actitud, Él nos enseña que el bien se realiza sin clamores, sin ostentación, sin «hacer sonar la trompeta». Se realiza en silencio.
Cuando se encontró apartado, Jesús puso los dedos en las orejas del sordomudo y con la saliva le tocó la lengua. Esto recuerda a la Encarnación. El Hijo de Dios es un hombre insertado en la realidad humana: se ha hecho hombre, por tanto puede comprender la condición penosa de otro hombre e interviene con un gesto en el cual está implicada su propia humanidad. Al mismo tiempo, Jesús quiere hacer entender que el milagro sucede por motivo de su unión con el Padre: por esto, levantó la mirada al cielo. Después emitió un suspiro y pronunció la palabra resolutiva: «Effatá», que significa «Ábrete». Y en seguida el hombre fue sanado: se le abrieron los oídos, se soltó la atadura de su lengua. La sanación fue para él una «apertura» a los demás y al mundo…