Jornada Mundial de los Pobres – domingo, 16 de noviembre de 2025

«Tú, Señor, eres mi esperanza» (cf. Sal 71, 5).

AQUÍ PUEDES ENCONTRAR MATERIALES PARA LA JORNADA

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Carta de nuestro obispo

Queridos hermanos en el Señor:

Os deseo gracia y paz.

El domingo 16 de noviembre celebramos la IX Jornada Mundial de los Pobres, cuyo lema es: “Tú, Señor, eres mi esperanza”, tomado del salmo 71(70),5.

Ocho frases significativas del mensaje de León XIV nos ayudan a reflexionar:

1) “En medio de las pruebas de la vida, la esperanza se anima con la certeza f irme y alentadora del amor de Dios, derramado en los corazones por el Espíritu Santo” (n. 1).

2) “El pobre puede convertirse en testigo de una esperanza fuerte y fiable, precisamente porque la profesa en una condición de vida precaria, marcada por privaciones, fragilidad y marginación. No confía en las seguridades del poder o del tener; al contrario, las sufre y con frecuencia es víctima de ellas. Su esperanza sólo puede reposar en otro lugar. Reconociendo que Dios es nuestra primera y única esperanza, nosotros también realizamos el paso de las esperanzas efímeras a la esperanza duradera.” (n. 2).

3) “La pobreza más grave es no conocer a Dios. Así nos lo recordaba el papa Francisco cuando en Evangelii gaudium escribía: «La peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe» (EG 200)” (n. 3).

4) “La esperanza cristiana, a la que remite la Palabra de Dios, es certeza en el camino de la vida, porque no depende de la fuerza humana sino de la promesa de Dios, que es siempre fiel” (n. 4).

5) “La invitación bíblica a la esperanza conlleva, (…), el deber de asumir responsabilidades coherentes en la historia, sin dilaciones. La caridad, en efecto, «representa el mayor mandamiento social» (Catecismo de la Iglesia Católica, 1889)” (n. 5).

6) “Los pobres no son objetos de nuestra pastoral, sino sujetos creativos que nos estimulan a encontrar siempre formas nuevas de vivir el Evangelio hoy. Ante la sucesión de nuevas oleadas de empobrecimiento, existe el riesgo de acostumbrarse y resignarse” (n. 6).

7) “El trabajo, la educación, la vivienda y la salud son las condiciones para una seguridad que nunca se logrará con las armas” (n. 6). 8) “Confiemos en María Santísima, Consuelo de los afligidos, y con ella entonemos un canto de esperanza” (n. 6).

Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

+ Julián Ruiz Martorell
Obispo de Sigüenza-Guadalajara

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