Primeros días y mensajes del Papa Francisco

Santa Misa por el inicio del pontificado

Esta mañana a las 9.30 tuvo lugar la Misa del Inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma. El Papa es, como sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, y la Iglesia de Roma, preside a las demás en la caridad. Fue una celebración cargada de símbolos que recuerdan el vínculo del Papa con San Pedro, como sucesor suyo, empezando por el lugar donde se lleva a cabo: la Plaza, donde según la tradición fue martirizado Pedro”.

El Papa salió de la Casa Santa Marta, alrededor de las 8,50 y dio una vuelta en jeep entre la multitud de la Plaza, saludando a las personas en las distintas zonas. El Papa, una vez entrado en la basílica se dirigió a la Confesión -la tumba de San Pedro, bajo el altar central- mientras las trombas de plata tocaban, y sonaban el «Tu es Petrus». El Papa veneró la tumba de San Pedro, junto con los Patriarcas y Arzobispos Mayores de las Iglesias orientales católicas. Cerca de la tumba se encontraban el anillo del pescador, el palio, y el evangeliario.

Después, el Santo Padre subió desde la Confesión hasta el piso de la Basílica e tuvo inicio la procesión. Se cantaron las Laudes Regiae -El Rey es Cristo-, con algunas invocaciones tomadas del documento Lumen Gentium sobre la Iglesia –(Concilio Vaticano II). Se invocaron entonces a los santos, entre los que hay que notar, en particular después de los Apóstoles a los Santos Pontífices romanos, hasta el más reciente: San Pío X. “Se pronunció el nombre sólo de los Papas santos, no de los beatos”. La procesión hizo su ingreso en la explanada de San Pedro.

“Concelebran con Francisco – los cardenales presentes en Roma ,a los que hay que añadir los Patriarcas y Arzobispos Mayores Orientales presentes (6), el Secretario del Colegio Cardenalicio y dos Padres generales religiosos: el de los Franciscanos menores, Padre, José Rodríguez Carballo – que es el presidente de la Unión de los Generales – y el de los jesuitas, Padre Adolfo Nicolás Pachón, que es el vicepresidente.

Antes del inicio de la Misa tuvieron lugar los ritos específicos del inicio del ministerio petrino:

La imposición del palio -puesto sobre los hombros, hecho de lana de corderos y ovejas, recuerda al Buen Pastor que lleva sobre sus hombros a la oveja perdida: el del Papa tiene cruces rojas del Papa, mientras los de los metropolitanos tienen cruces negras. Es el mismo utilizado por Benedicto XVI. Su imposición estuvo a cargo del cardenal Protodiácono -Jean-Louis Tauran- y después de la imposición el cardenal protopresbítero (Godfried Daneels), hizo una oración.

La entrega del «Anillo del pescador» -Pedro es el apóstol pescador: «pescador de hombres»- la hizo el Cardenal Decano, el Primero del Orden de los Obispos, es decir el cardenal Angelo Sodano. “El anillo lleva la efigie de San Pedro con las llaves. Su autor es Enrico Manfrini. El anillo estaba en posesión del arzobispo Pasquale Macchi, que fue secretario de Pablo VI y después pasó a Monseñor Ettore Malnati, que se lo ofreció al cardenal Giovanni Battista Re. Está hecho de plata dorada”

El rito de la «obediencia» lo cumplieron seis cardenales, dos por cada orden, entre los primeros de los presentes. Hay que recordar que todos los Cardenales electores han declarado ya obediencia al Papa en la Capilla Sixtina al final del Cónclave, y se han encontrado con Francisco en el Vaticano en la audiencia en la Sala Clementina. Cabe destacar que durante la “toma de posesión de la Catedral de Roma – San Juan de Letrán -, que corresponde al Papa como obispo de Roma, está previsto que la obediencia la presten los representantes de los diferentes componentes del pueblo de Dios”.

 R.V.
* * *
Nuevo Papa: Francisco
 
A las 19.06 del miércoles 13 de marzo, la chimenea de la Capilla Sixtina exhaló el esperado humo blanco anunciando que el nuevo Sucesor de Pedro ha sido elegido por los cardenales.

A las 20.12 el cardenal protodiacono Jean Louis Tauran apareció en la ventana del aula de las bendiciones del santuario de san Pedro, frente a la multitud aglomerada de peregrinos que esperaban desde temprano, con ansia de conocer y abrazar al nuevo Papa. Con la célebre formula “Habemus Papam” Tauran anuncio que el Cardenal Jorge Mario Bergoglio es el nuevo Papa, Obispo de Roma y que ha elegido para su pontificado el nombre de Francisco.

 

La multitud de peregrinos se alzó en ovación unánime, recibiendo al nuevo Obispo de Roma, Pastor universal, principio y fundamento de la unidad de la familia católica.

 
Primeras palabras del Papa Francisco:
 
 Hermanos y hermanas, buenas noches.
 
Sabéis que el deber del cónclave es dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero aquí estamos.
 
Os agradezco la acogida, también a la Comunidad Diocesana de Roma, a su obispo, gracias. Y antes de nada quisiera rezar por nuestro obispo emérito Benedicto XVI.
 
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
 
Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
 
Y ahora empezamos este camino Obispo Pueblo. El camino de la Iglesia. Aquella que preside en la caridad toda las iglesias. Un camino de hermandad, de amor, de fe entre nosotros. Recemos siempre por nosotros los unos por los otros. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran hermandad.
 
Os auguro que este camino de la iglesia que empezamos hoy, y en el que me ayudará mi cardenal Vicario aquí presente, será fructuoso para la evangelización y para esta hermosa ciudad.
 
Y ahora quisiera dar la bendición pero antes os pido un favor. Antes de que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis al señor para que me bendiga a mi. La oración del pueblo pidiendo la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra para mi.
 
 Dirijo esta bendición a vosotros y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
 
(Bendición Orbi et Orbi)
 
Muchas gracias por la acogida que me habéis dado. Nos veremos muy pronto, buenas noches y buen descanso.
Fuente: R.V.
 

 

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