Cuarto domingo de Pascua- Ciclo B – Eucaristía de las Familias

anagrama misa de las familias
Monición de entrada
A Jesús le damos muchos nombres: Jesús es la LUZ, Jesús es CAMINO, Jesús es AMIGO, Jesús es NUESTRO HERMANO…
Él, un día, miró a la gente que le seguía y dijo que le daban pena, porque estaban «como ovejas sin pastor…»
También nosotros, muchas veces, estamos dispersos y despistados unos de otros. Necesitamos pastores: que nos cuiden, nos acompañen, nos quieran, nos junten, nos guíen. . .
Y, de hecho, hay muchas personas a nuestro alrededor que intentan hacerlo. Tenemos muchos pastores.

Primera Lectura: Hch 4,8-12
San Pedro compara a Jesús con la piedra más importante de una obra, sobre la que se construye todo el edificio. Si se quita esa piedra, se cae la casa. ¿Cómo se llama esa piedra?
 
 Salmo 117:
«La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular»
 
Segunda Lectura: Jn 3, 1-2
Escuchemos ahora unas palabras sencillas de San Juan que nos invitan a vivir la alegría de ser hijos de Dios.
 
Evangelio: Jn 10, 11-18
El Evangelio de San Juan nos pone otra comparación para expresar quién es Jesús y cómo se relaciona con las personas que lo seguimos.
 
PRECES:
1. Para que nuestra parroquia dé un buen testimonio de fe, de esperanza y de amor. Roguemos al Señor.
 
2. Para que crezcan entre nosotros las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa. Roguemos al Señor.
 
3. Para que en las Iglesias de los países de misión crezcan también las vocaciones. Y para que siempre puedan contar con nuestra ayuda. Roguemos al Señor.
 
4. Para que estas fiestas de Pascua ayuden a estrechar los lazos de amor y cariño en los matrimonios, en las familias, en las comunidades religiosas, entre los amigos. Roguemos al Señor.
 
5. Para que los que participamos en esta Eucaristía vivamos llenos del gozo del Espíritu Santo que nos da Jesús. Roguemos al Señor.
Invitación a la Comunión:
Antes de acercarnos a comulgar, queremos darte gracias, Buen Pastor, porque siempre nos cuidas y proteges. Si te hacemos un sitio y te escuchamos, enseguida notamos que estás con nosotros. Y si amamos igual que tú amas, formaremos un nuevo rebaño y un nuevo edificio donde el egoísmo no cabe, porque la fuerza del amor lo mata.
 
Despedida:
Jesús, nuestro buen pastor, nos ha señalado el camino para ir con él. También nosotros tenemos que ayudar a los demás ¿Qué podemos hacer esta semana por los demás?
 
Publicado en Eucaristía de las familias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *