Monición de entrada: Bienvenidos todos a esta Eucaristía. Hoy celebramos la Jornada de la Infancia Misionera, un día muy importante, en el que los niños estamos invitados a ayudar a los demás niños, especialmente a los que no tienen lo necesario para vivir o no conocen a Dios. Somos misioneros, y nosotros vamos a ayudarles con nuestra oración y nuestro dinero…
1ª Lectura: (Is. 49,3.5-6) El gran profeta Isaías había anunciado un Salvador no sólo para Israel, sino para todos los pueblos.
Salmo 39: «Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad»
2ª Lectura: (1 Cor 1,1-3) S. Pablo desea que reine entre todos nosotros la paz.
Evangelio: (Jn 1,29-34) Juan Bautista descubrió a Jesús, que venía hacía él. Y lo proclamó. Este es el que salva al mundo «quitándole» el pecado, siendo sacrificado como un cordero.
Preces:
1. Te pedimos por la Iglesia, para que le des la fuerza, la valentía y la alegría de llevar el Evangelio a todos los rincones del mundo. Te lo pedimos, Señor.
2.- Te pedimos por todos los niños del mundo, para que te conozcan y te amen cada vez más. Te lo pedimos, Señor.
3.-Te pedimos por todos los misioneros, para que los protejas y para que, guiados por el Espíritu Santo, anuncien con gran ilusión el amor de Dios. Te lo pedimos, Señor.
4.- Te pedimos por todos nosotros, para que vivamos como una única familia, en la que cuidemos con generosidad, cariño y ternura todos de todos. Te lo pedimos, Señor.
Invitación a comulgar: Venid y comed todos: este es el cuerpo de Cristo, sacrificado en la cruz y resucitado por el Padre Es la sangre de Cristo, derramada en la cruz y glorificada por el Padre.
Despedida: Hemos celebrado en la misa el amor que Dios nos tiene. Ahora Él nos envía con la fuerza del Espíritu Santo y nos confía una misión: ayudar a otros niños a conocer a Dios; cumplir la petición de Jesús de vivir todos unidos, siendo una gran familia y amándonos de corazón. “Uno para todos, todos para Él”