Monición de entrada:
Bienvenidos todos a esta Eucaristía. Hoy nuestra comunidad parroquial se llena de alegría, por la admisión como monaguillos de Óscar y Saúl y por la renovación de su compromiso en el servicio al Altar de Álvaro, Pablo y Rodrigo. Pidamos a Jesús que fortalezca a estos niños, los acompañe y les de la gracia necesaria para que sigan realizando con ilusión su servicio.
1ª Lectura: (Job 7,1-4.6-7) El libro de Job nos narra la historia de un hombre que lo perdió todo, incluida la salud. La parte que hoy leemos nos explica su estado de ánimo.
Salmo 146: «Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados»
2ª Lectura: (ICor 9,16-23) Pablo, que quiere dar a conocer el Evangelio, también quiere ser una «manta» para arropar a los que tienen frío, o una «tirita» para curar las heridas de los débiles.
Evangelio: (Mc 1,29-39) La autoridad de Jesús hace que muchas personas se curen. Vamos a fijarnos qué hace para quitarle la fiebre a la suegra de Pedro.
Preces:
1.-Llena nuestro corazón de gestos de acercamiento, Señor, para curar las heridas del corazón de los demás. Todos: Llena nuestro corazón, Señor.
2.-Llena nuestro corazón de calor, Señor, para poder calentar a todo el que tiene frío. Todos: Llena nuestro corazón, Señor.
3.-Llena nuestro corazón de generosidad, Señor, para no abandonar en los momentos difíciles a los que nos rodean. Todos: Llena nuestro corazón, Señor.
4.-Llena nuestro corazón de alegría, Señor, para poder repartirla con todos los que nos encontramos. Todos: Llena nuestro corazón, Señor.
5.- Llena nuestro corazón de amor, Señor, para convertirnos en sanadores como tú, Señor. Todos: Llena nuestro corazón, Señor.
6.-Pidamos por todos los monaguillos de nuestra diócesis, para que reconozcan en Santa María , el modelo de seguimiento de Jesús. Roguemos al Señor.
7. Pidamos por los jóvenes, niños y niñas que sienten la llamada de entregar su vida a Dios, para que sepan escuchar la voz del Señor que los invita a seguirlo, y sepan responderle generosamente. Roguemos al Señor.
Invitación a comulgar: Gracias, Señor porque siento que tu mano me levanta como levantó a la suegra de Pedro. Cuenta conmigo desde hoy, para ser un sanador de corazones.
Despedida: La misa ha terminado. Nos marchamos de la iglesia pero no hemos de olvidar vivir lo que aquí hemos aprendido. Como Jesús, tenemos que preocuparnos de los enfermos y de los que sufren.
Aquí puedes descargar la hoja para la Eucaristía Familias_5º Tiempo Ordinario_B