Monición de entrada: Inauguramos el nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento, que celebra la espera del Señor que viene como enviado por el Padre para salvarnos. Pero es también el que viene cada día y se hace presente en el pan y el vino de la Eucaristía. Dispongámonos para acogerle y gritemos con toda la Iglesia: ¡Ven, Señor Jesús!
Primera lectura: (Is 63, 16 b-17; 64, 1.3b-8)
El profeta Isaías reconoce que es Dios el que permanece siempre fiel a su pueblo y nos propone una vuelta a Dios.
El profeta Isaías reconoce que es Dios el que permanece siempre fiel a su pueblo y nos propone una vuelta a Dios.
Segunda lectura: (1 Cor. 1, 3-9)
Preparándonos para la manifestación gloriosa de Dios, el apóstol Pablo nos recuerda que es el mismo Señor el que nos mantiene firmes en la espera.
Preparándonos para la manifestación gloriosa de Dios, el apóstol Pablo nos recuerda que es el mismo Señor el que nos mantiene firmes en la espera.
Evangelio: (Mc 13,33-37)
El evangelio nos urge a estar preparados y vigilantes en la acción para acoger al Señor en la tarea de cada día.
El evangelio nos urge a estar preparados y vigilantes en la acción para acoger al Señor en la tarea de cada día.
Oración de los fieles:
– Ven, Señor, e infunde en el corazón de todos los gobernantes deseos de trabajar por la paz y la justicia, especialmente atendiendo a los pueblos más pobres. VEN, SEÑOR JESÚS.
– Ven, Señor, e infunde en el corazón de todos los gobernantes deseos de trabajar por la paz y la justicia, especialmente atendiendo a los pueblos más pobres. VEN, SEÑOR JESÚS.
-Ven, Señor, y consuela a los enfermos, a todos los vagabundos y transeúntes, a los desesperanzados por las crisis de la depresión y el desencanto. VEN, SEÑOR JESÚS.
-Ven, Señor, y ayúdanos a vivir este Adviento con esperanza, escuchando con mas interés tu Palabra, preparándonos para acogerte en la celebración de los sacramentos y amándote en los más necesitados. VEN, SEÑOR JESÚS.
Despedida: El inicio del Adviento nos invita a ser luz en medio de las tinieblas. Que fortalecidos por la Palabra y el Cuerpo del Señor nos sintamos enviados a iluminar con alegría, con amor y con paz a cuantos nos rodean. El Señor nos fortalece en su gracia en esta espera. Que este sea nuestro grito y oración. ¡Ven, Señor, Jesús!
Aquí puedes descargar la hoja para el Primer domingo de Adviento Ciclo B -Eucaristía de familias