Monición de entrada: Venimos aquí llenos de un gozo agradecido. También con nuestros problemillas, pero nos sentimos redimidos y salvados por Jesús que murió y resucitó por todos. Hemos de vivir en el amor y, para lograrlo, estamos aquí y Jesús en medio de nosotros…
1ª Lectura: (Ex 22,20-26): Estad atentos a esta lectura. Dios habla a su pueblo y le da sus leyes. ¿Piensa Dios lo mismo que nosotros y que nuestra sociedad ?
Salmo 17: «Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza».
2ª Lectura: (1 Tes l,5c-10) Escuchemos lo que se nos dice de unos cristianos ejemplares que fueron capaces de abandonar sus ídolos. ¿Abandonaremos los nuestros para imitarles?
Evangelio: (Mateo 22,34-40) Jesús nos dice: «Amarás al Señor tu Dios y al prójimo como a ti mismo» No se puede amar a Dios sin amar al prójimo, y no se puede amar al prójimo sin amar a Dios.
Preces:
1.- Porque la Iglesia necesita fortaleza, confianza y medios para seguir anunciando el Evangelio.- Roguemos al Señor.
2.- Porque muchas veces nos aprovechamos de los más débiles no viendo a Jesús en ellos. Roguemos al Señor.
3.- Porque necesitamos poner más amor en la vida de familia y en la convivencia ordinaria rompiendo tantas barreras como nos separan de los demás. Roguemos al Señor.
4.- Porque hemos convertido muchas cosas que Dios amorosamente nos regala, en ídolos que nos alejan de Él y del prójimo. Roguemos al Señor.
5.- Porque deseamos que la Eucaristía que ahora celebramos nos ayude a vivir como auténticos cristianos. Roguemos al Señor.
Invitación a comulgar: Señor, que nos acerquemos ahora a tu mesa con alegría y con humildad; porque lo que vamos a gustar es comida de fraternidad y señal suprema de tu presencia en medio de nosotros, tus amigos.