¿Qué exige el Señor de nosotros?
«Se te ha declarado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh de ti reclama: tan sólo practicar la equidad, amar la piedad y caminar humildemente con tu Dios.»
(Miqueas 6,8)
El camino para el discípulo de Cristo implica caminar por la senda de la justicia, la misericordia y la humildad. La metáfora de «caminar» ha sido elegida para enlazar los ocho días de oración.
La enérgica exhortación de Miqueas a favor de la justicia y de la paz se concentra en los capítulos 6,1 a 7,7, parte de los cuales constituye el tema de este año de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
Como otros profetas que vivieron en la época de la monarquía israelita, Miqueas recuerda al pueblo que Dios lo ha salvado de la esclavitud en Egipto y que lo ha llamado a través de la alianza a vivir en una sociedad construida sobre la base de la dignidad, la igualdad y la justicia.
Por tanto, la verdadera fe en Dios no se puede separar de la santidad personal ni de la búsqueda de la justicia social. La salvación que Dios ofrece de la esclavitud y de la humillación cotidiana, exige más allá de culto, sacrificio y holocausto (6,7), que ‘respetemos el derecho, practiquemos con amor la misericordia y caminemos humildemente con nuestro Dios’ (6,8).
Los ocho temas para la semana, que evocan diferentes maneras de caminar, nos permiten concretar la distintas dimensiones de un auténtico discipulado cristiano que camina ‘por la senda de la justicia que conduce a la vida’ (Pr 12,28).
Día 1: Caminar conversando.
Reflexionamos sobre la importancia del diálogo y de la conversación como un medio para superar obstáculos. Tanto para el ecumenismo, como para las luchas por la liberación de las personas en todo el mundo, la capacidad de hablar y de escuchar son fundamentales. En este tipo de conversación auténtica podemos llegar a reconocer a Cristo con más claridad.
Día 2: Caminar con el cuerpo partido de Cristo.
Al reconocer la solidaridad entre Cristo crucificado y los ‘pueblos partidos’ del mundo, como los dalits*, intentamos juntos como cristianos aprender a compartir entre nosotros esta solidaridad de una manera más profunda. Se pone de manifiesto, sobre todo, la relación entre eucaristía y justicia y se invita a los cristianos a descubrir modos concretos de un vivir eucarístico en el mundo.
* El Movimiento Estudiantil Cristiano de la India ha preparado los materiales para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2013.
En el proceso preparatorio, al reflexionar sobre el significado de esta semana, se decidió que en un contexto de gran injusticia hacia los dalits en la India y en la Iglesia, la búsqueda de la unidad visible no se puede disociar del desmantelamiento del sistema de castas y el reconocimiento de las aportaciones a la unidad por los más pobres entre los pobres.
En el contexto indio, los dalits son las comunidades consideradas ‘parias’. Son las personas más afectadas por el sistema las castas que se distinguen en ‘superiores’ e ‘inferiores’. Las comunidades dalits se sitúan fuera del sistema de las castas y en el pasado se denominaban ‘intocables’. A causa del sistema de las castas, los dalits son marginados socialmente, infrarepresentados políticamente, explotados económicamente, y culturalmente subyugados. Casi el 80% de los cristianos indios es de procedencia dalit.
Día 3: Caminar hacia la libertad.
Hoy se nos invita a celebrar los esfuerzos de comunidades oprimidas en todo el mundo, como los dalits en la India, cuando protestan contra todo aquello que esclaviza a los seres humanos. Nosotros, cristianos comprometidos con una mayor unidad, aprendemos que la eliminación de todo lo que separa a las personas es esencial para alcanzar la vida en abundancia, la libertad en el Espíritu.
Día 4: Caminar como hijos de la tierra.
Tomar conciencia de nuestro lugar en la creación de Dios nos une los unos a los otros, porque nos hace ver nuestra interdependencia, entre nosotros y con la tierra. Teniendo en cuenta la urgencia del cuidado del medioambiente y de una correcta y justa repartición de los frutos de la tierra, los cristianos están llamados a unas vidas de testimonio activo en el espíritu del año jubilar.
Día 5: Caminar como los amigos de Jesús.
Hoy reflexionamos sobre las imágenes bíblicas de la amistad y el amor humano como modelos del amor de Dios hacia cada ser humano. Vernos como amigos muy amados de Dios tiene consecuencias para nuestras relaciones dentro de la comunidad de Jesús. Dentro de la Iglesia, toda barrera de exclusión es incompatible con una comunidad donde todos son por igual los amigos muy amados de Jesús.
Día 6: Caminar más allá de las barreras.
Caminar con Dios significa caminar más allá de las barreras que dividen y perjudican a los hijos de Dios. Las lecturas bíblicas de este día miran a distintos modos de superar las barreras humanas y culminan con la enseñanza de san Pablo: “Incorporados a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judío y no judío, ni entre esclavo y libre, ni entre varón y mujer. En Cristo Jesús, todos sois uno” (Ga 3, 27-28).
Día 7: Caminar en solidaridad.
Caminar humildemente con Dios significa caminar en solidaridad con todos los que luchan por la justicia y la paz. Caminar en solidaridad tiene implicaciones no solo para los creyentes, en cuanto individuos, sino también para la naturaleza misma y misión de toda la comunidad cristiana. La Iglesia está llamada y capacitada para compartir el sufrimiento de todos y de todas a través de la defensa y el cuidado de los pobres, los necesitados y los marginados. Esto está presente en nuestra oración por la unidad de los cristianos de esta semana.
Día 8: Caminar en celebración.
El texto bíblico de este día habla de celebración, no en el sentido de celebrar un exitoso desenlace final, sino como signo de esperanza en Dios y en la justicia de Dios. Del mismo modo, nuestra celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos es nuestro signo de esperanza de que alcanzaremos nuestra unidad en los tiempos de Dios y con los medios de Dios.
* * * * * *