«Cuaresma, tiempo de parar y reparar»
Al orar recibimos la LUZ de lo alto que nos transforma


Monición de entrada: Seguimos recorriendo el camino de Cuaresma. En este segundo domingo, escucharemos en el Evangelio: «Mientras oraban SU ROSTRO CAMBIÓ, SUS VESTIDOS BRILLABAN DE RESPLANDOR» . Al orar recibimos la LUZ de lo alto que nos transforma.
Vamos a pedir a Jesús en esta Eucaristía que cambie nuestras luces fundidas, que nos ilumine desde lo alto y nos transforme, para que podamos ver y comprender el camino que nos lleva a la Pascua de Jesús.
1ª Lectura: (Gen. 15, 5-12. 17-18). Ser cristianos exige de nosotros creer en Dios y fiarnos de Él, como lo hizo Abraham. Escuchemos la lectura del Antiguo Testamento.
Salmo 26, 1.7-14: «El Señor es mi luz y mi salvación».
2ª Lectura: (Fil. 3, 17-4,1). San Pablo nos dice: Creed en Jesucristo, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. Y seguid el camino de Jesús.
Evangelio: (L. 9,28B-36). La transfiguración de Jesús nos invita a pensar que también nosotros seremos un día transformados con Él en le gloria.
Preces:
1.- Por nuestra Parroquia. Para que nos esforcemos por convertirnos, y seamos un buen testimonio de Jesús. Roguemos al Señor.
1.- Por nuestra Parroquia. Para que nos esforcemos por convertirnos, y seamos un buen testimonio de Jesús. Roguemos al Señor.
2.- Por las vocaciones sacerdotales. Para que cada día haya mas jóvenes dispuestos a seguir a Jesús. Roguemos al Señor.
3.-Por la paz en el mundo, para que cesen las ambiciones, desaparezcan las injusticias y enemistades y brote por todas partes el amor y la paz. Roguemos al Señor.
4.-Por la Iglesia entera. Para que podamos celebrar con gozo la Pascua de Jesucristo. Roguemos al Señor.
Invitación a comulgar: Para renovar nuestras fuerzas, Jesús nos alimenta con su Eucaristía. Nos dice: Comed y bebed Porque el camino a recorrer es largo y dificultoso.
Despedida: No olvidemos que Jesús nos dice: Caminad sin temor, yo voy con vosotros y os acompaño. Vamos a portarnos esta semana bien con nuestros padres, hermanos, abuelos, profesores, y compañeros. Será una señal de que os fiais de Dios y de sus hijos.