
Monición de entrada: Seguimos avanzando en el camino del Adviento. Nos fijamos que el sacerdote lleva una casulla de color rosa porque es el domingo de la alegría y encendemos la tercera vela. Su luz es distinta: tiene el brillo de la esperanza, ese que nace cuando el corazón empieza a sentir que Jesús está muy cerca.
Un nuevo personaje se asoma a nuestra “ventana de la Paz”: el arcángel San Gabriel que anunció a María. y nos pide que preparemos la canastilla con María para el Niño Jesús.
1ª Lectura: (Isaías 35, l-6a. 10): Hoy, la profecía de Isaías nos llenará de alegría porque nos dice como a los israelitas: ¡No temáis! Mirad a vuestro Dios.
1 – Tú, que eres la alegría de Dios, ven y enjuga las lágrimas de los que están tristes. Roguemos al Señor.
2 – Tú, que has venido para salvar todo lo perdido, ven y salva al mundo de la injusticia, las guerras y el dolor. Roguemos al Señor.
3.- Tú, que has venido a dar la buena noticia a los pobres, haz que la Iglesia sea, como tú, la mensajera del evangelio para los pobres y olvidados de la tierra. Roguemos al Señor.
4.- Tú, que has venido para quedarte con nosotros, límpianos, cúranos, cámbianos el corazón, para que nos preparemos a tu venida. Roguemos al Señor.
Invitación a comulgar: Jesús, venimos contentos a tu mesa. Repártenos tu cuerpo y tu sangre. Y viviremos la alegría que brota del corazón.
Despedida: Amigos: esta semana, dejemos que la alegría despierte dentro de nosotros y se note en nuestra manera de vivir con quienes nos rodean.
AQUÍ PUEDES DESCARGAR LA HOJA PARA LA EUCARISTÍA DEL TERCER DOMINGO DE ADVIENTO-