Monición de entrada: Queridos amigos: Hoy se cumplen cincuenta días desde la pascua de resurrección, que en la lengua griega del Nuevo Testamento se dice «Pentecostés» (cincuenta días).
Los apóstoles, después de la muerte de Jesús, estaban asustados, y el Espíritu Santo les hizo valientes. Estaban desunidos, y el Espíritu Santo los unió. Eran débiles, y los hizo fuertes. Jesús nos envía su Espíritu a todos los cristianos para que podamos realizar en nuestras vidas lo que Jesús nos ha enseñado. Celebremos, pues, la eucaristía, en esta hermosa fiesta de Pentecostés…
Los apóstoles, después de la muerte de Jesús, estaban asustados, y el Espíritu Santo les hizo valientes. Estaban desunidos, y el Espíritu Santo los unió. Eran débiles, y los hizo fuertes. Jesús nos envía su Espíritu a todos los cristianos para que podamos realizar en nuestras vidas lo que Jesús nos ha enseñado. Celebremos, pues, la eucaristía, en esta hermosa fiesta de Pentecostés…
1ª Lectura: (Hech Apos. 2, 1-8). El Espíritu aparece en Pentecostés con viento y con fuego, para significar la fuerza y el calor de la presencia de Dios en el corazón de los hombres.
Salmo 103: «Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra».
2ªLectura: (ICor 12,3b-7 12.13). Una enseñanza muy importante nos hace San Pablo en esta lectura: «El Espíritu Santo, en el que hemos sido bautizados, hace que todos nosotros formemos un solo cuerpo.
Evangelio:(Jn 20,19-23) La promesa de Jesús antes de su muerte se hace realidad en su resurrección. El don del Espíritu es un hecho en la Iglesia y para cada uno de los creyentes.
Preces:
1.- Tú, que quieres que todos los que nos llamamos cristianos formemos una única Iglesia, haz que cuantos creen en ti sean un solo corazón y una sola alma. Roguemos al Señor.
1.- Tú, que quieres que todos los que nos llamamos cristianos formemos una única Iglesia, haz que cuantos creen en ti sean un solo corazón y una sola alma. Roguemos al Señor.
2— Tú, que con tu Espíritu llenaste toda la tierra, haz que los hombres construyan un mundo nuevo de justicia y paz. Roguemos al Señor.
3— Tú, que con tu Espíritu lo renuevas todo, concede la salud a los enfermos, el consuelo a los que viven tristes y la salvación a todos los hombres. Roguemos al Señor.
Despedida: El Espíritu Santo hizo de los apóstoles testigos valientes de Jesucristo. También de nosotros hace el Espíritu de Jesús testigos de que Jesús vive. Y este testimonio hemos de manifestarlo en casa, en la escuela, en la calle: siendo serviciales, alegres, simpáticos, trabajadores, dispuestos.
